SI SUPIERAS...

 SI SUPIERAS

El estar aquí hoy, implica esfuerzo y sacrificio. Implica disciplina y constancia. Es un trabajo un poco difícil volver a retomar todas las actividades anteriores, pero sin embargo, lo veo de manera inspiradora y motivadora desde mi caso. El hecho de que sea un tanto difícil volver, me hace reflexionar sobre las muchas capacidades que tengo y sobre las cosas que puedo conseguir. Me gustaría obtener resultados excelentes a partir de la nueva modalidad y siendo muy sincera daré lo mejor de mi para conseguir los objetivos esperados.  

Estoy aquí porque deseo cumplir mis expectativas de una manera avanzada y eficiente, de tal modo que me sienta orgullosa de todo lo que he logrado. Estoy aquí, porque estoy dispuesta a mejorar en todo lo que pueda, aumentar mis conocimientos, y enfrentar los retos que me consumen día a día. Quiero demostrar mis inmensas ganas de luchar por mi futuro y todo lo que tengo planeado para este. Estoy aquí, porque quiero salir de mi rutina y que no me de miedo huir de lo cotidiano. No se alcanzan a imaginar lo mucho que extrañe estar aquí, compartir con mis compañeros, estar en las aulas con mis docentes. Y porque no, el discutir con mis profesores por una mala calificación. Los llamados de atención, por hablar mas de lo debido en las clases, definitivamente siempre son para mi. Extrañe el sentirme llena de motivación y dispuesta a compartir todo el conocimiento que tengo, hacia los demás. Lo decía mi gran amigo Platon. básicamente el sentirme así de feliz, lo extrañaba. Es que definitivamente el paso  entre lo virtual y lo presencial, es como el cambio rotundo del odio al amor. Es una diferencia enorme, que no podemos comparar en ninguno de los casos.  Son tan diferentes estas dos modalidades, pero necesitamos de ambas. Esto de que los polos opuestos se necesitan uno del otro para complementarse, es totalmente cierto. No se si lo notaron, pero definitivamente, la modalidad de la presencialidad es con la que me quedo. Claro, sin des-meritar la virtualidad y las grandes capacidades que adquirí durante esta. 

No podemos negar que la virtualidad nos volvió un tanto perezosos a todos. Si, no me pueden engañar. No podemos negar que lo que mas nos gustaba hacer durante las clases, era poder estar metidillos en nuestra camita, con nuestra cámara apagada, fingiendo que le poníamos atención a nuestro maravilloso docente. Yo también me declaro culpable. En cambio, no puedo negar que en la presencialidad mi mayor placer en clase, era poder participar sobre los temas que entendía y hacer también, con el debido respeto, opiniones sobre estos. Y saben, cuando me entere de que íbamos a retomar con lo presencial, así lo imagine, me imagine unas clases bastante productivas, con el mejor entendimiento del mundo y sobre todo, con la mejor participación que pudiese dar. Y hasta ahora han sido así, y no saben lo feliz que me siento de esto. Siento que después de mucho tiempo lo que imaginaba y esperaba con tanto anhelo, se volvió realidad. Lo desee tanto, pero enserio no se imaginan cuanto. Tanto así, que empiezo a creer en la ley de la atracción.

Pero por otra parte, también debo agradecerle mucho a la virtualidad y las muchas capacidades y competencias que me hizo adquirir. Profe, no es por ser lambona, pero le agradezco con el alma, haberme enseñado la maravillosa aplicación digital CANVA, no sabe lo que me ha ayudado y facilitado la vida académica, enserio es una herramienta fundamental que me hubiese gustado conocer antes. Y no solo eso, la virtualidad me obligo a salir de mi cueva y darme cuenta de las muchas cosas digitales que no sabia. Desde como enviar un correo electrónico, hasta crear mi propio blog. Un aspecto que tal vez cometí en algún momento, pero me cuesta aceptar, es el hecho de hacer fraude. Claro, quiero recalcar que no fue en un caso masivo. Pero si, tal vez un día sin querer en una evaluación, no sabia la respuesta y se me hacia bastante fácil buscarla en google man . Esto es algo que enserio me frustraba mucho, porque me sentía bastante incompetente, a parte de que la culpa me consumía, porque a pesar de que hubiese obtenido una excelente calificación, sabia que no la merecía.

  

Son cosas que a raíz de la pandemia. El estrés y la desesperación, nos obligo hacer. Pero, hablando de la pandemia y de lo mucho que me hizo crecer como persona, me di cuenta que desarrolle algunos gustos culposos y otros que definitivamente me inspiran. La escritura me apasiona y es algo que me ayudo con mi falta de confianza y creencia sobre mi. El escribir me parece una obra de arte, que es difícil de experimentar. Hay días en los que la inspiración llega como un rayo de luz, y hay otros días en que esta inspiración es apagada por una nube oscura que nos frustra. Pero son cosas que con el tiempo se controlan y nos dejan de afectar. Confieso que durante la pandemia subí bastante de peso y me reprimía por esto, pero tampoco hacia nada al respecto. Mi excusa era siempre que vida solo hay una, y si no la voy a disfrutar comiendo, es mejor no vivirla. A veces ( por no decir que siempre), me motivaba a hacer ejercicio y tomar agua durante una semana. Durante esta me sentía muy sana, y luego, a la semana siguiente dejaba de ver mis rutinas de ejercicio, dejaba de tomar agua y mejor me dedicaba a estar horas viendo una serie mientras comía un delicioso paquete de papas. 

Pero claro, no todo siempre fue así de relajante. Un día mientras miraba mi serie en plena pandemia, mi padre recibió una llamada. Resulta y acontece que había sido despedido de su empleo. Fue bastante difícil para mi y mi familia enterarnos de tal situación, ya que el era el único empleado en casa. Así que, imagino que saben las situaciones que enfrentamos durante esos meses. No puedo decir que nos falto algo de comida o servicios de necesidad básica, JAMAS, pero sin embargo fue un tanto duro restablecer nuestra economía y salir adelante con los proyectos que teníamos planeados.

Por eso, desde que el confinamiento termino, decidí adquirir un empleo los fines de semana, para ayudar con los gastos de la casa y las necesidades básicas del hogar. Es por esta razón que tengo toda mi fe puesta con la presencialidad flexible, como lo dije anteriormente, quiero demostrar que tengo muchas expectativas para mi futuro, y estoy segura que a partir de lo presencial tendré y obtendré un mejor camino hacia ese futuro que tanto deseo para mi vida. Espero que esta modalidad se mantenga y sea un rotundo éxito para los estudiantes que estamos próximos a salir de la institución y desafiarnos hacia la encaminada vida que nos espera.